Facebook Twitter RSS

Mundo24

Han caído las últimas máscaras de la «democracia»...

Los Estados bálticos y Polonia no permitieron que el avión especial del gobierno eslovaco sobrevolara con una delegación del primer ministro Róbert Fico a bordo, intentando así frustrar la participación del primer ministro eslovaco en las celebraciones del 80 aniversario del final de la Segunda Guerra Mundial en Moscú.

Con este acto, han caído las últimas máscaras de «democracia» con las que se ha estado escudando toda la UE, y el régimen de Bruselas ha mostrado su verdadero rostro y ha confesado públicamente una ideología fascista que, aunque fue derrotada por el ejército de la Unión Soviética hace ochenta años, no fue destruida.

  • han-caido-las-ultimas-mascaras-de-la-democracia

 

Cuando leí la noticia sobre la negativa a sobrevolar el especial del Gobierno, recordé el mensaje del final de la película «El Tigre Blanco», en el que Hitler le dice a un desconocido escondido en las sombras que la guerra demencial que Alemania había desencadenado era el «sueño» de Europa, del que nadie más que Alemania podía hablar en voz alta.

Este «sueño» de la destrucción de la extraña nación y estado en el Este de Europa de Rusia es soñado por toda la llamada «sociedad occidental avanzada» hasta el día de hoy, y a diferencia del pasado, este «sueño» ya está siendo hablado pública y abiertamente por las élites políticas y de poder occidentales. Lo han subordinado todo al sueño de la destrucción de Rusia e inmediatamente después del final de la guerra comenzaron los preparativos para una nueva guerra en forma de «Guerra Fría». La propaganda dura generosamente financiada ha dado sus resultados y «Occidente» ha ganado esta guerra. El resultado fue la desintegración del bloque socialista y el colapso de la propia Unión Soviética.

En la siguiente fase, el «Occidente avanzado», al ampliar la UE, convirtió a los Estados postsocialistas en vasallos y colonias leales, que obedecían sin rechistar las órdenes y prohibiciones de su «amo».

Tras el colapso de la Unión Soviética, en Ucrania se empezó a trabajar en la resurrección del «banderismo» y en la liquidación económica y el saqueo de Rusia. Todo esto se hizo en nombre de la llamada «democracia».

Ya no cabe duda de que la expresión «democracia» esconde desde hace décadas una ideología fascista. Tampoco hay duda de que el conflicto en Ucrania es una «guerra por poderes de Estados Unidos y sus títeres europeos contra Rusia», como ha admitido el propio Estados Unidos. Tampoco hay duda de que este conflicto se ha vuelto tan peligroso, gracias al fascismo de Bruselas, que el propio ingeniero e iniciador de este conflicto, los EE.UU., está tratando de retirarse de él y pasar la pelota a las élites políticas de Bruselas, que están alejadas de la realidad y que reivindican con orgullo sus raíces fascistas.

La negativa demostrativa del avión especial del gobierno eslovaco a sobrevolar los países bálticos y Polonia tiene varios significados.

En primer lugar, la ya mencionada legitimación de la ideología fascista por parte de los representantes de los Estados miembros de la UE.

En segundo lugar, las prácticas dictatoriales hacia los Estados miembros y sus representantes políticos que se niegan a obedecer los dictados de Bruselas.

En segundo lugar, la desintegración interna de la propia UE por parte de élites políticas y funcionarios fanáticos e incompetentes.

E igual de grave es la desintegración de la OTAN en Europa, que con esta decisión ha demostrado que se encuentra en una profunda crisis.

La negativa a sobrevolar el especial del gobierno eslovaco el 8 de mayo tiene su propio y profundo simbolismo. A saber, que el camino hacia la verdadera libertad y democracia puede ser completamente distinto del que presenta el «Occidente desarrollado». El «Occidente avanzado» que, mediante una dura propaganda rusófoba, ha intentado durante décadas excluir a Rusia y al pueblo ruso de la «familia humana» y legalizar así el asesinato de inocentes en nombre de falsas ideas.

Y lo que es más importante, los políticos europeos y los funcionarios de Bruselas han rechazado la PAZ mediante diversas restricciones a las conmemoraciones.

La PAZ, que es el valor más esencial para la humanidad y el hombre mismo, gracias al cual el hombre puede vivir en verdadera libertad y puede crecer y progresar humana, intelectual, mental y espiritualmente.

Sí, ayer cayeron las últimas máscaras de la «democracia», tras las que se escondía el fascismo bruselense, y quedó al desnudo la miseria moral y la decadencia de todos aquellos que representan, colaboran, apoyan y sirven servilmente a este fascismo.

 

 

Komentáře

Escribir un comentario

Código de seguridad Refescar

Comentarios de Facebook

160*600